Pan-Caribbean Connections

The Spanish Empire considered Cuba its most precious possession in the Caribbean, not only for its strategic location but also for its sugar plantations. After the Haitian Revolution (1791-1804) Cuba became the paragon of sugar production and a bastion of slavery and colonial rule.

Given the importance of sugar in the colonial economy, Cuban insurgents (called mambises) burned many sugar cane fields and sugar mills along the island. This guerrilla tactic was also used in other Caribbean countries such as Haiti and the Dominican Republic before being adopted in Cuba.

Máximo Gómez (1836-1905), a Dominican general and one of the most important leaders of the Cuban independence movement made this technique a cornerstone of his guerilla warfare style. Along with Gómez, Antonio Maceo (1848-1896), another leader and general in the rebel army, successfully deployed that tactic and the feared ‘machete charge’ against the Spaniards. The warfare tactics, the exchange of ideas, and the collaboration of leaders from several Caribbean countries (often located in different geographical locations) talk of the rich independence movement that irradiated from the Caribbean and its diaspora.

Another example of this Pan-Caribbean connection was the presence of Juan Rius Rivera (1848-1924), a Puerto Rican revolutionary leader, who fought along with Cubans and became a general in the rebel army.

One of the Chocolates Juncosa’s trade cards portrays Rius Rivera, albeit we can’t distinguish him, being injured and captured by the Spaniards. This type of erasure and misrepresentation is repeated throughout the collection. The most problematic one is the number 10, in which we see the alleged deaths of Máximo Gómez and Antonio Maceo. The truth is that they died in different places and years apart from each other. Maceo died in combat on December 7th,1896 during a military campaign in the west part of Cuba while Gómez was in the eastern part of the island. His death was a heavy blow to the Cuban forces and a very personal one for Máximo Gómez. Francisco ‘Panchito’ Gómez Toro (1876-1896) was Maceo’s military aide-de-camp and Gómez’s son, who also died that day fighting next to Maceo.

In his Diario de Campaña/Campaign Diary, Máximo Gómez describes December 16th, 1896 as “El dia mas triste para mi’‘/the saddest day for me (p.315), a reference to the date when he receives the news of his son and Maceo’s death. What makes this quotation relevant is how perfectly it illustrates the personal toll of the war and provides us with a more human perspective of a heroic figure. In many ways, Maceo’s death became a theme of symbolic reference in the Cuban imagination. After the birth of the Cuban Republic in 1902, the artist and former independence fighter Armando Garcia Menocal (1863-1942) painted La muerte de Maceo/ The death of Maceo in 1906. Menocal’s masterpiece serves as a visual and symbolic counterpoint to the portrayal of Maceo’s death in the Chocolates Juncosa collection.

Conexiones Pan-Caribeñas

El Imperio español consideraba a Cuba como su posesión más preciada del Caribe, no solo por su ubicación estratégica sino también por sus plantaciones de azúcar. Después de la Revolución Haitiana (1791-1804) Cuba se convirtió en el modelo de producción del azúcar y en un bastión de esclavitud y dominio colonial. Dada la importancia del azúcar en la economía colonial, los mambises quemaron muchos campos de caña de azúcar e ingenios azucareros a lo largo de la isla. Esta táctica de guerrilla también se utilizó en otros países del Caribe como Haití y la República Dominicana antes de ser adoptada en Cuba. Máximo Gómez (1836-1905), general dominicano y uno de los líderes más importantes del movimiento independentista cubano, hizo de esta técnica un elemento primordial en su estilo de combate. Junto a Gómez, Antonio Maceo (1848-1896), otro líder y general del ejército independentista, desplegó con éxito esta táctica y la temida ‘carga al machete’ contra los españoles. Las tácticas de guerrilla, el intercambio de ideas y la colaboración entre líderes de varios países del Caribe (a menudo ubicados en diferentes regiones geográficas) hablan del rico movimiento independentista que irradió desde el Caribe y su diáspora. Otro ejemplo de esta conexión pan-caribeña fue la presencia de Juan Rius Rivera (1848-1924), líder revolucionario puertorriqueño, quien luchó junto a los cubanos y se convirtió en general del ejército independentista. Aunque no podemos distinguirlo, una de las imágenes de Chocolates Juncosa nos muestra a Rius Rivera siendo herido y capturado por los españoles. Este tipo de tergiversación y exclusión se repite a lo largo de la colección. El más problemático es el cromo número 10, en el que vemos las supuestas muertes de Máximo Gómez y Antonio Maceo. Ambos líderes murieron en diferentes lugares y diferentes fechas. Maceo murió en combate el 7 de diciembre de 1896 durante una campaña militar en el occidente de Cuba, mientras que Gómez se encontraba en el oriente de la isla. Su muerte fue una gran pérdida para las fuerzas cubanas y para Máximo Gómez en particular. Francisco ‘Panchito’ Gómez Toro (1876-1896) era el asistente militar de Maceo y uno de los hijos de Gómez, quien también murió ese día combatiendo junto a Maceo. En su Diario de Campaña Máximo Gómez describe el 16 de diciembre de 1896 como “El día más triste para mi” (p. 315), en referencia a la fecha en que recibe la noticia de la muerte de su hijo y Maceo. La relevancia de esta cita radica en que ilustra el costo personal de la guerra y nos brinda una perspectiva más humana de la figura heroica. En muchos sentidos, la muerte de Maceo se convirtió en un tema de referencia simbólica en el imaginario cubano. Luego del nacimiento de la República de Cuba en 1902, el artista y luchador independentista Armando García Menocal (1863-1942) pintó La muerte de Maceo en 1906. Esta obra maestra de Menocal sirve como contraposición visual y simbólica de la representación de la muerte de Maceo que vemos en la colección Chocolates Juncosa.